miércoles, 16 de diciembre de 2009

Detrás de los cumpleaños

Los cumpleaños no son cosa fácil.

En los primeros años de vida se reducen a un día en el que si hay money, habrá un inflable, música- de Tatiana, Parchis, Timbiriche u Onda Vaselina dependiendo de la generación-, niños y niñas corriendo sin parar, Barbies o Hot Wheels de regalo, una piñata y un pastel con velas que se apagarán al son de Las Mañanitas de Pedro Infante.

Para mí el momento más esperado del pastel siempre ha sido cuando se escucha el grito de:

- ¡Pide un deseo!

Detesto el:

-¡Que le muerda, que le muerda!

Odio terminar con cara de Bozo el Payaso versión cubista.

No recuerdo los deseos de hace 25 años. Dejémoslo en 20 por aquellos que pidieron por una. Recuerdo el del año pasado y no se cumplió. Pero lo acepto, cometí un error, no fui específica. Pobre Dios de los Deseos Pasteleros, cualquiera exclamaría un ¡No me chingues!

Me lo imagino diciendo:

- ¡Bueno, esta vieja no piensa que detrás de su deseito, tengo miles de peticiones que contestar! ¡Si soy Dios, no pinche adivino!

Por eso este año conformé un deseo sin ambigüedades de por medio e hice valer mi derecho por un deseo cumplido. Si tuviésemos 364 como en Alicia en el País de las Maravillas, qué más daría echar a perder unos cuantos teniendo tres cientos de repuesto, pero como este no es el país de los No cumpleaños, hay que ser objetivos.

Con el paso del tiempo, descubrimos que los cumpleaños son días en los que puedes ser el centro de atención, aún cuando no eres Berlusconi con el hocico floreado, Ramón Ayala arrestado por cantarle a unos narcos, o incluso Juanito y sus innumerables peculiaridades. Eso claro si no te celebran por partida triple.

Cada 25 de septiembre el trío de Aurelitas o Avellitas- mi cuata, mi abuelita y yo- compartimos el cumpleaños. La Yuri ególatra en ocasiones ha querido celebraciones individuales, pero ya es ganancia el no haber nacido un 25 de diciembre o un 10 de mayo, ahí sí ni cómo superar al chief Chuchín o a las mamacitas de México.

Mi abuelita aún continúa dándoles regalos similares a “sus cuatitas”. Nos los enseña y deja que elijamos el que más nos guste para evitar inconformidades. Algunas veces créanme, no hubo necesidad de pelearlo, ninguna lo quería. Nunca fui malagradecida, siempre expresé un ¡muchas gracias!, incluso el año en que apareció la sudadera roja con el Osito Cariñosito satánico mueve ojos en la espalda.

Una vez me regalaron un diario. Lo primero que escribí fue:

“Querido diario, hoy cumplo años y me acaban de regalar un diario y una pijama”.

Si el diario hubiera hablado, me habría respondido:

- ¡No, en serio! Gracias por la afirmación, pero no sufro desórdenes de personalidad. Mejor acláraselo a la pijamita que se cree traje de baño.

Cuando mi sobrina aprendió a escribir, me regaló una tarjeta que decía ¡Feliz cumpleaños¡ También, dibujó un pastel que parecía una maceta llena de lombrices enterradas. Ese tipo de regalos se agradecen sólo cuando vienen de niños. Los adultos tenemos que recordar los programas de Cositas si vamos a dar una tarjeta decorosamente hecha. Si no tienen el ingenio de Bob Ross y sus “felices trazos”, mejor no lo intenten. Un niño te saca un ¡Ay qué lindo!; un novio, amigo o familiar, un ¡No mames! segurito.

Mi Clementina llegó hace dos años- una Cabagge Patch- Siempre amé a esos muñecos regordetes de cuerpo de tela y cabello de estambre. Aunque no juego con ella-soy ñoña, no infantil- me gusta verle sus cachetotes a la condenada.

Un año después me dieron una foto que me tomaron en la escuela. Agradecí el detalle pero la verdad no me gustó. En aquella época pesaba casi 100 kilos y aunque el regalo tenía la intención de enfatizar lo que he logrado en términos de gordura, tengo cajas con 21 años de fotos como esa ja, una más como pa´qué.

Sea como sea, los cumpleaños son para festejar…sí pero que llegamos a otro año de vida, lo cual en estos tiempos a la Mad Max ya es ganancia. Si vienen acompañados de una fiesta de disfraces, un paseito a las cabañas del Ajusco, o gritos en la Montaña Rusa qué mejor.

Lo mejor de un cumpleaños está en los abrazos dados y en las felicitaciones enviadas. Pero no se hagan yo sí admito y demando regalos ja.


SALUDOS
YU

lunes, 14 de diciembre de 2009

SE VENDE

Para los que son asiduos al teatro, he aquí una obrita corta que escribí para un taller de escritura en la universidad. Recuerdo que al grupo le gustó, pero el maestro me criticó la extensión. Debíamos hacer un escrito no mayor a 2 cuartillas y eso hice. Claro que la tipografía fue Arial 8 ja, sin márgenes o espaciado alguno. Lo siento, no estuve dispuesta a sacrificar mi historia por una tareita.
Espero que les guste.
SALUDOS
YU
PD. Para aquello de los plagios. La obra está registrada ja.
Personajes

Susana Casas de la Colina, vendedora de bienes raíces. (40 años, soltera)
Alfonso Montes de Oca (30 años, casado)
Rosario de Montes de Oca (27 años, casada)


La acción se desarrolla en un departamento deshabitado y sucio que se encuentra en venta. El escenario está dividido en dos. En un lado está la sala-comedor donde hay un par de sillas, una alfombra y un sillón; el papel tapiz con figuras de aves está despegado en gran parte de las paredes. Del otro, hay un baño donde está instalada una vieja lavadora.

Susana, sin zapatillas, con una minifalda y su sostén, está agachada tratando de sacar una mancha de la alfombra con un cepillo.

ESCENA 1

VENDEDORA: (Molesta) ¡Nombra! Ya ni la muela Rufino con este pinche departamento. Qué digo departamento, ¡cuchitril!, ¡pocilga de mierda! Cómo espera que venda este departamento que apesta a muerto; que sólo tiene dos sillitas de comedorcito Mi Alegría y un sillón sin resortes. (Ve las paredes) El papel tapiz con pajaritos despegado por la humedad. Parece que hasta las pinches golondrinas dicen (Cantando) A dónde irás veloz y fatigada… para largarse de aquí. ¡Ah pero eso sí! El anuncio del periódico decía:

Bonito departamento
Amueblado.
Una recámara.
Cocina.
Baño con servicio de lavado y secado.
Nuevo, fresco, asoleado.
Impecable decoración.
Ubicadísimo…


(Desilusionada) Con razón no han encontrado quien lo compre. (Confiada) Pero eso va a cambiar. Hoy voy a vender este departamento. Porque en Bienes Raíces Rufihome no hay departamento invendible con un vendedor invencible. (Ve su reloj) ¡Ay no!, las 2 de la tarde y yo aquí medio encuerada perdiendo el tiempo. (Se viste) (Suena el timbre) ¡Ya voy! ¡Ya voy!, un momento por favor. (Abre la puerta) (Cordial) Hola que tal muy buenas tardes. Soy Susana Casas de la colina. Soy la vendedora de bienes raíces. Ustedes deben ser los Montes de Oca. Pero pasen, pasen, están en su casa. Bueno eso espero. (Se ríe) les va a encantar el departamento.

AMBOS: Gracias.

ALFONSO: (Sarcástico) s la primera vez que llegamos a tiempo, verdad ¡nenita!

ROSARIO: (Dulce) ¡Ay osito! No nos tardamos tanto en el otro departamento. (A la vendedora) Es que me quedé viendo el azulejo del baño, estaba divino. (Al marido) ¿Verdad que estaba precioso cariño?

ALFONSO: Si tu lo dices.

VENDEDORA: Ay no me digan, ¿recién casados?

AMBOS: Sí.

VENDEDORA: (Burlona) Se ven tan enamorados. Es por eso que van a quedar fascinados con este departamento. Es el lugar ideal para una pareja tan linda como la suya.

ALFONSO: Eso espero, porque hemos visto ya tantos, que no sé qué esperar de este…

VENDEDORA: Permítanme mostrarles las maravillas de este lugar. (Conduce la pareja al centro de la sala) Cómo podrán observar aquí se encuentra la sala-comedor.

ALFONSO: ¿Esto es el comedor? Si sólo son dos sillas mal pintadas que parecen de juguete. ¿Y la mesa?

VENDEDORA: Para qué necesitan una mesa cuando pueden adoptar el modo de comer de los japoneses. Las sillitas a la altura del piso le dan un toque oriental perfecto para tener una cena a la luz de las velas.

ROSARIO: (Entusiasmada) Osito imagínate. Con una mesita pequeña, la vajilla que nos dio mi mamá y unos kimonos para ti y para mí, el comedor quedaría precioso.

VENDEDORA: Excelente idea señora Montes de Oca.

ROSARIO: Dígame Rosario.

VENDEDORA: Excelente idea Rosario, un toque sublime. No yo me hubiera imaginado algo tan original con tan pocos recursos.

ALFONSO: Rosario es decoradora de interiores.

VENDEDORA: Con mayor razón. Este lugar sería el reto perfecto para una mujer tan emprendedora como usted. Qué les parece la alfombra persa de la sala. (Se da cuenta de la mancha que no pudo sacar y lo tapa con un pie) Y el sillón reclinable para descansar después de un día pesado en el trabajo. Por qué no lo prueba Alfonso, le va a encantar.

(Alfonso se sienta. Se hunde en el sillón y lanza quejidos de dolor.)

ALFONSO: ¡Puta madre! Me tronó todos los huesos.

ROSARIO: (Rosario lo levanta) Mi amor. ¡Qué te pasó?

VENDEDORA: (Así misma) ¡En la madre! Don Poncho, ¿se encuentra bien?

ALFONSO: Este pinche sillón no sirve. No sirven los resortes.

ROSARIO: (Lo abraza) Osito no te enojes. Lo podemos cambiar por ese sillón reclinable de cuero negro que viste en la mueblería y asunto arreglado.

VENDEDORA: Le juro que no sé qué le pasó al sillón. Hace unos días estaba en perfecto estado. (Sagaz) Seguramente el portero lo usó para ver la final del mundial. Claro, si ya no hay respeto por la propiedad privada. Pero no se preocupen, les prometo que gente como esa no volverá a dañar su hogar.

ALFONSO: (Discreto) Oye Rosario, a mí no me está gustando este dichoso departamento. Mejor vamos a ver el otro. (Dudoso) El que estaba cerca de la casa de tus papás.

ROSRIO: Pero osito. Imagina todos los cambios que puedo hacer en este departamento. Aquí puedo poner en práctica tolo que aprendí en la academia.

ALFONSO: (Reflexivo) Bueno pues sí está mucho más barato que los otros.

VENDEDORA: (Nerviosa) Don Poncho, no se preocupe por trivialidades como los muebles. Todo eso se puede tirar. Ustedes pueden crear su propio estilo. Lo más importante es que en este departamento sólo estarán ustedes… Solos (En secreto) Lejos de sus suegros.

ALFONSO: (Indeciso) (Se dirige al otro lado del escenario) ¿Y aquí está el baño?

VENDEDORA: Y el servicio de lavado y secado. (Entran) (Rosario se queda viendo el papel tapiz.)

ROSARIO: Ve osito, tal vez ése no esté en taímalas condiciones y tú lo puedas arreglar. Ya eres todo un ingeniero.

ALFONSO: Soy civil, no eléctrico.

ROSARIO: Pero seguramente podrás repararlo, verdad mi amorcito.

VENDEDORA: (Enciende la lavadora. Ésta comienza a vibrar y hacer un sonido extraño.) Qué le parece Alfonso. Está muy bien conservada, sólo le hace falta un ajustito.

(Alfonso se agacha a revisar. Toca la lavadora y comienza a electrocutarse.)

ALFONSO: (Gimiendo) ¡Ay, ay, ay….! ¡Jálalo!

VENDEDORA: (Intentando desconectar el cable) Espere, ya casi lo agarro, es que está muy largo. No se preocupe, ya casi…ya casi.

(Rosario escucha enfurecida tras la puerta y comienza a golpearla.)
ROSARIO: Alfonso. ¡Cabrón! ¡Infeliz! Abre esa pinche puerta. Y usted ¡vieja ofrecida! ¡Piruja de Sullivan! Salgan desgraciados.

(La vendedora logra desconectar la lavadora. Alfonso se reincorpora desaliñado. Ella ha perdido una zapatilla y el saco se le ha desabrochado.)

ROSARIO: (Golpeándolo) ¡Pinche ojete! Qué te crees, que vas a venir a ponerme el cuerno hasta con la vendedora. Si no has cambiado. Casado eres peor. Nada más ves una escoba con patas y te dejas agarrar.

ALFONSO: (Desconcertado) Pero si estábamos revisando la lavadora y me electrocuté. ¿No me dijiste que la revisara?

ROSARIO: Claro y qué vas a andarle revisando si no eres electricista. ¡Sínico! (A la vendedora) Y usted qué pensó, que ofreciendo las nalgas íbamos a aceptar comprar esta pocilga. Vieja cochina.

VENDEDORA: (Nerviosa) Pero si yo… él. Nosotros no hicimos nada. Yo sólo le mostré la lavadora y su marido se prendió.

ROSARIO: Ya oíste. Si con cualquier trapo te enciendes. Ya me lo decían mis padres ¡No te cases!, ese tipo te va a llevar a la ruina. (Solloza) Y ve lo que me haces después de un mes de casados.

ALFONSO: Pero Chayito si yo no hice nada.

ROSARIO: (Fúrica) No me digas Chayito. Ya sabes que me choca que me digan así, por eso me lo dices verdad. (Se sienta en el sillón)

VENDEDORA: No hicimos nada Rosario se lo juro. Todo esto es un malentendido.

ROSARIO: (Se levanta) Claro que hay un malentendido. Este departamento es una pocilga. ¿Amueblado? Dos pinches sillas y un sillón roto; tapizado con unos mugrosos patoso o no sé qué. Qué cree que no me di cuenta de que la alfombra tiene una pinche mancha que huele a caca. Y para colmo usted se incluye en la promoción del departamento y se pone a fajar con mi marido en el baño. Si el anuncio no decía ¡puta incluida!

ALFONSO: ¡Nenita! Ya no llores, deja que te aclare lo que pasó…

ROSARIO: (Lo empuja al sillón) Quédate con tu departamento. Total te gustó tanto, pues cómpralo porque yo me voy con mis papás.

(Sale)

ALFONSO: Osita, espérate. No te vayas. Escúchame… (Sale)

VENDEDORA: (Gritándoles desesperada) Entonces ¿no van a comprar el departamento?
(Derrotada se sienta en el sillón. Se lleva las manos a la cabeza. Luego de unos segundos se reanima y reincorpora.)

La cita de las 3. (Mirando hacia el horizonte) (Decidida) Porque EN Bienes Raíces Rufihome no hay departamento invendible con un vendedor invencible. (Continúa limpiando la mancha de la alfombra.)

CAE EL TELÓN

FIN

viernes, 11 de diciembre de 2009

Las mejores frases del cine mexicano

Lo admito, si fuera una figura retórica, sería una hipérbole-exageración muy grande, aumentando o disminuyendo la verdad de lo hablado-no lo puedo evitar.

Una de mis mejores contribuciones al mundo de las hipérboles ha sido:

¡Están por todos lados!

Un día estábamos en el jardín de la universidad tomando el sol cual elefantes marinos en la Antártida y de repente emergió entre las profundidades del pasto una lombriz. No me asustan, pero sí me dan asquito. Ante el descubrimiento de mi amiga la flacucha grité:
"Están por todos lados"
Era una, no un batallón armado arrastrándose hacia mí ja!

Lo anterior iba porque hoy amanecí pensando en el fin del mundo. Los jinetes del Apocalipsis ahora sí no darán paso sin huarache (les juro que no exagero jaja). Para colmo, fuí a ver la película "2012", chafísima (Esperen mi comentario) y ante la inminente desaparición de la Tierra, recordé una frase célebre del actual cine mexicano:

"A chupar y a mamar que el mundo se va a acabar" Tomás (Demián Bichir), en Sexo, pudor y lágrimas.

Me encanta jajaja, para qué explico el por qué.

Eso me llevó a buscar más frases del cine mexicano y he aquí una lista que me pareció genial.

Quién no las recuerda, son geniales. Aquí se las dejo.

SALUDOS

YU


1.“¡Pepe el Toro es inocente!” (“Nosotros los Pobres”), como la mejor del cine nacional.
2. “No tiene la menor importancia”.Arturo de Córdova
3. “Si ya sabes cómo soy, pa’que me dejas sola”, (“La Tucita”, “Los Tres Huastecos”, 1948). 4.“Voy, voy, ¡tan grandote y tan chillón!”, (“La Tucita”, “Los Tres Huastecos”, 1948).
5.“¡Chachita, te cortastes el pelo!” (“El Pichi”, “Ustedes los Ricos”, 1948).
6.“Para qué nací bonita, mejor me hubiera quedado como las chachas de mi pueblo”, (María Félix, “La Estrella Vacía”, 1960).
7.“La verdad es chida, pero la neta es inalcanzable”, (Diego Luna, “Y tu Mamá También”, 2001)
8.“Tú para mí no eres nadie”, (Dolores del Río, “La Malquerida”, 1949).
9.“Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”, (“Amores Perros”, 2000).
10.“El ratero es un ser despreciable y enemigo de la sociedad”, (Tin Tán, “El Rey del Barrio”, 1950).
11.“Déjame ser un error en tu vida”, (Isela Vega, “Las 7 Cucas”, 1981).
12.“Sacas a tu tía de güila para meterla de rata”, (“El Tigre de Santa Julia”, 2002).
13.“Cuando el tecolote canta, el indio muere”, (“Tizoc”, 1957).

Frases de los cómicos mas famosas:
“Nuuuunca me hagas eso” de Clavillazo
“Ahí está el detalle” de Cantinflas
“Hay mamachitaaa” de Resortes
"Arroz", "Las traigo muertas" y "Qué feo es tenerme y luego perderme" de Mauricio Garcés

martes, 8 de diciembre de 2009

Top ten de los peores momentos en una cita

Sé que no soy la excepción, todos, hombres o mujeres, nos hemos llevado sendos condorazos (¡flop!) al experimentar momentos como estos durante una primer cita.

Vulgares, absurdos, ofensivos, pirados... de todo.

Mi lista es verídica, todo me ha ocurrido con algún mandril masculino.

En su momento los padecí... hoy al recordarlos con una amiga me hicieron reír.

Si hay similitud con alguno... ¡Madre mía lo wey sí se pega! ja.

1.-Me encanta tu frialdad! (Traducción: me excita que no te dejes manosear)
2.- Ensalivar el oído. (Quién carajo considera eso un buen beso. Para escuchar bucitos, prefiero la alberca.)
3.-Agarrón de chichi en una cena navideña con amigos(Qué puedo decir.)
4.-Entonces ¿no te puedo besar? (Justo después de preguntarme si me gustaban los orales.)
5.-¿Qué ropa interior traes, encaje... puedo verla? (Qué en una primera cita no preguntas qué música te gusta?)
6.- No traigo cambio, traes 20 pesos? (Ja! esta me dio ternura... no siempre se tiene para la propina en el restaurante.)
7.-Agárramela! (Qué la chamarra? ¡No, la v....!)
8.-¿Puedo entrar al baño contigo? (Dios, déjenme orinar)
9.-Quieres escuchar algo de música (No había nada más a excepción de sus demos tipo Moenia en el estereo.)
10.- Te invito a comer, tu escoge el lugar que quieras (Terminamos en un Sanborns porque las facturas podían justificarse en su trabajo.)

Aclaración:

Los puntos 4 y 5 fueron en la misma cita. Ese si era un mandril salido del meritito Congo.

Los 9 y 10 realmente no me molestaron, pero sí me dieron mucha risa.

SALUDOS
YU

El primer bloggeo...

Animada por la petición de un buen amigo,quien disfruta de mis ocasionales reseñas cinematográficas muy al estilo de Yu a través del messenger, decidí abrir este espacio con una finalidad: seguir divirtiéndolo a él en los días de desidia laboral. Claro que si durante el rumbo de este blog alguien más se anima a leerme, bienvenido sea.
No tengo pretensiones de ser una master de la escritura... Eso se lo dejo a los consagrados, a los perseverantes,a los innatos, a los originales... y a uno que otro divo que anda por ahí con atinos en el oficio.
Sin embargo, espero que mis ocurrencias, se conviertan en un anecdotario que de vez en cuando, produzca una buena carcajada o por qué no, las ganas de dejar un comentario.
SALUDOS
Yu