jueves, 13 de mayo de 2010

MINICUENTO

Feliz salió rumbo al gimnasio, ignorando que una de sus sandalias la haría tropezar; mientras su cuerpo yacía sobre la banqueta, no pudo evitar sonrojarse al escuchar una voz diciéndole ¡Cuidado!

FIN.

martes, 11 de mayo de 2010

Día de las madres

Desde que inicié este blog vislumbré la llegada de esta sinopsis cinematográfica para compartirla con ustedes en el mes de mayo. Dudo que haya otra película que represente agudamente la idiosincrasia del mexicano en una festividad tan arraigada en nuestra sociedad como lo es el Día de las Madres.

No quiero decir que lo narrado a continuación sea una generalidad; espero que a través de los años, esta ingrata costumbre haya desaparecido en las familias mexicanas y por lo menos este día, las mamás sean reconocidas como se merecen-pensé utilizar la publicitaria frase “Las Reinas del Hogar”, pero estaría repitiendo patrones arquetípicos de marginación hacia la mujer y degradantes para su papel como madres.

“Día de las Madres” es una película protagonizada por Evita Muñoz “Chachita” y Pedro Weber “Chatanuga” y relata la historia de Rosita, una señora entrada en los cincuenta y tantos años que llegado el día de las mamacitas, decide echar la casa por la ventana para preparar una comilona y celebrar con su familia.

La travesía comienza cuando ella y Toño, su rezongón marido, acuden a la Merced para comprar el mandado indispensable para el molazo que engalanará su casa; la pobre señora batalla para estirar el dinerito, mientras el otro, arrastra el montón de bolsas sin perder de vista a las muchachas petaconas que transitan a su lado.

Al término de la compra y con sólo 80 pesos en el monedero, Rosita le dice a Toño que regresarán a casa en camión; éste se niega y al no poderle hacer la parada a un taxi, consigue que un camión de abasto del mercado los lleve hasta la Martín Carrera.

Zangoloteados y exhaustos, el matrimonio llega a su destino después de haber perdido un par de pollos durante el trayecto, los cuales anticipadamente, don Toño decidió comprar vivos con tal de ahorrarse unos centavos.

Una vez en casa, Rosita comienza a preparar la comida, en tanto el menor de sus hijos, un holgazán sin empleo, le estafa 500 pesos de su monedero para irse a parrandear con la banda. A regañadientes Toño se dedica a picar cebolla; y a matar al fregado pollerío, para desplumarlo; Rosita aún de pie en la cocina, recibe a su única hija, quien le notifica que al igual que todas sus cuñadas, salió con su domingo 7 y tiene cuatro meses de embarazo, ¡Bendito regalo del Día de las Madres!; la mamá furiosa pero sin dejar de apoyarla, distrae a Toño para que no se percate de esto.

Cuando por fin la pareja se va a la cama, aparece el hijo con su bola de amigos pedos para mal entonar las “Mañanitas”, lo cual obliga a Rosita a levantarse para recibirlos; una vez que terminan de cantar, los zánganos le piden a la festejada que les sirva un caldito de pollo y unas copitas de tequila para el frío, argüende que los infelices prolongan hasta el amanecer, momento en el que abandonan la casa, no sin antes, dejarle el reguero en el comedor a la mamá.

Conforme avanza el día el resto de los hijos arriban con sus familias; el primero, un sindicalista pinta cuernos que aparece con su esposa y 3 hijas; después, un burócrata con esposa, 4 niños y una amante embarazada; otro, un cartero con 3 hijos y una mujer embarazada; y el último, un panadero golpeado por su mujer y 4 hijos.

Los regalos que recibe Rosita son: un arreglo floral semi marchito; un babero de cocina; un juego de vasos de vidrio; y un pastel aplastado, consecuencia de la borrachera del panadero la noche anterior.

Ilusamente ella piensa que las nueras le ayudarán a terminar la comida pero no, éstas se dedican a chismorrear en contra de sus maridos; y ellos se emborrachan con el papá mientras ven revistas porno.

En el patio, todos se sientan a la mesa mientras la agasajada, ataviada con su babero nuevo, les sirve de comer. En eso aparece en escena el amigote de parrandas del sindicalista, acompañado por la secretaria que el primero quiere echarse al plato, hecho que repudian las mujeres y aplauden los hombres. Para distraer la atención, los hijos comienzan a echarle porras a su jefecita, deseándole que viva muchos años más para que reine la armonía entre ellos (Traducción: Que la ñora siga jodiéndose para festines próximos de su ojete familia).

Sola en la cocina, Rosita come su molito agotada y deprimida.

Cuando se abre el baile al interior de la casa, se hace un revoltijo de parejas donde todos buscan arrimón con quien se deje. La secretaria hipócritamente mareada, se deja llevar por el sindicalista a una de las habitaciones y evidentemente empiezan a fajar; en la sala Rosita reprende a uno de sus nietos quien juega con un encendedor; pensativa, exclama un acongojado “Ay Diosito qué familia me vino a tocar”.

El clímax de la historia se da cuando Rosita, las nueras y la esposa, descubren al sindicalista medio encuerado con la secretaria; en el barullo la pareja de calenturientos abandona la casa, mientras que el resto de los hijos borrachos, intentan tranquilizar a su mamá; las nueras iracundas comienzan a pelear con sus maridos quienes responden con sendos cachetadones a las viejas lo cual provoca una trifulca descomunal, que sólo es apaciguada con el grito de “Ya párenle, vean lo que le hacen a su mamá” de Toño.

Todos distraídos se olvidan del pirómano del nieto quien estúpidamente, jugando, prende las cortinas de la cocina, idiotez que desata el fuego en toda la casa. Ante el aviso desentendido del mocoso de “Se está quemando la casa”, la familia sale despavorida antes de que el tanque de gas explote y termine con la casa de Rosita. Todos miran ensimismados quemarse el hogar, en lugar de correr a un teléfono para pedirle auxilio a los bomberos, ¡duh! No cabe duda que para hijos con iniciativa, los de esta historia.

La película termina con los alaridos de Rosita quien histérica exclama “Toño mi casa, se quema…”

No sé ustedes pero después de esto, yo corrí a abrazar a mi mamá y decirle cuánto la quiero.

SALUDOS
YU

viernes, 16 de abril de 2010

Yuyerías cotidianas

No, no andaba de parranda…Esta escribana, sucumbió ante las tentaciones mediáticas, generadoras de notas espectaculares- y no me refiero a lo grandilocuente del adjetivo, sino al burdo chou armado en torno a los casos Paulette, la opresión de COFETEL, Scherer desayunando con Zambada y la venta de nuestro querido Chicharito al Manchester United.

Si bien tengo varias propuestas cocinándose en el horno de la Yu, quiero darles su justo tiempo de cocción para que las ideas no queden crudas o insípidas. Sin embargo, he aquí un par de anécdotas dignas de comentar y que hasta la fecha, me siguen pareciendo involuntariamente risibles.

Quién no llegó a pasar recaditos amorosos a los maestros estando en primaria o secundaria. En un mundo Hello Kitty son de esas cursilerías que nos provocan un ¡Ah! cuando la protagoniza un impúber, mas cuando tienes veintitantos y estás en plena universidad, sí provocan un enérgico ¡No mamen! por decir lo menos. No soy hipócrita, a la mayoría de las féminas que compartimos esa clase nos gusta el maestro en cuestión, pero niñas, qué no hay forma más madura de hacérselo saber que un “Las que estamos enamoradas de usted” escrito en plena lista de asistencia.

Lo asumiré cuando llegue el 2040 y este planeta no tenga gota de agua para el consumo humano. Serán más que entendibles las guerras entre naciones por el vital líquido. La desesperación nos llevará a participar en justas apocalípticas que hoy, sólo vemos como exageraciones cinematográficas del productor en boga. Pero pelearse por garrafones de agua en una oficina de gobierno, es una verdadera estupidez. Los grupos en pugna, a quienes he denominado el bando A y el bando B, han desatado una trifulca por la hegemonía del servidor del agua.

La inteligente solución del bando A:

A menos de que mantengan el control y uso exclusivo del aparato, prefieren regresarlo a su dueño original.

Ideología denotada: “Chíngome yo, chínguense todos”.

La mediadora solución del bando B (Al cual me he sumado):

Asumir la utilización y mantenimiento de éste de forma grupal, así como hacer una cooperación semanal para que todos y no unos cuantos tengamos agua para beber.

Ideología denotada: “Pa´todos hay”.

Debieron ver el drama a la hora de discutir esto. Sólo faltó un alarido a la de “Pepe el Toro es inocente”, cuando se descubrió quién tiró accidentalmente el servidor del agua.

No estamos lejos del soylent rojo y amarillo lo admito,¡el destino ya nos alcanzó! pero bendita madre Tierra, todavía nos soporta; si ella no es mezquina y miren que tiene motivos de sobra para serlo, por qué nosotros sí.

 
SALUDOS

YU

miércoles, 3 de marzo de 2010

Decálogo para viajeros urbanos

Estoy segura que todos los que vivimos en ésta nuestra querida ciudad de México, alguna vez hemos viajado en el Metro; es parte de la idiosincrasia del defeño- no se es chilango de corazón si no lo has usado.

Como usuarios frecuentes experimentamos las bondades y penurias inherentes a un trayecto del Metro, un día como cualquier otro, a las 8 de la mañana, en la estación Hidalgo de la Línea 2.

Aquellos que aún no han sentido la adrenalina provocada por una vuelta en la Montaña Rusa, les recomiendo que por lo pronto viajen en el Metro, no sin antes por supuesto, echarle un ojo a este decálogo o reglas básicas de supervivencia. Si en un lugar emergen los híbridos imaginados por Wells, es en esta víbora urbana donde lo salvaje en verdad le brota a cualquiera.

1.- Desarrollo del perfil defensivo
Hazte fan de los tacleadores de la NFL o los postes de la NBA; no hay mejor técnica para evitar empujones en el vagón del Metro que plantar bien los pies y pensar que se está jugando “A las estatuas de marfil, 1 y 2 y 3 así…”

2.- Elección del outfit
A menos que tengas una personalidad beligerante como la de Naomi Campbell, evita las zapatillas. Nunca falta el tacón atorado en la comisura de la puerta, mientras la multitud enardecida arrolla a la mujer en cuestión; en el peor de los casos, tu Jimmy Choo estilo Granaditas sale volando al primer pisotón y todo por no aferrarte a él con uñas, juanetes, espolones, o lo que sea.

3.- Profile improvement
Si no eres de los que gusta echarse una siesta en el Metro, diversifica tus aptitudes culturales: lee un libro (El Libro vaquero o el Tv Notas no cuentan), de perdida esos que llegó a publicar el Metro antes de que la gente prángana se los embolsara y nunca devolviera; teje una que otra chambrita, bien dicen que relaja; las sopas de letras eran efectivas, hoy los sudokus ocupan su lugar; o escucha música si tienes tu propio dispositivo de audio.

4.- Caballerosidad y equidad no son sinónimos
En esta ciudad donde se han impulsado acciones en torno a la equidad de género, el Metro no es la excepción; por eso hay vagones para uso exclusivo del sexo femenino en horarios establecidos, además de los clásicos asientos reservados. A veces encontramos a lazarillos dispuestos a ceder su asiento, ¡Alabados sean!, pero nunca falta la envidiosa (o) que lanza el comentario “Levántese para que se siente la señora, usted es hombre, o joven, déle su lugar a la viejita”, mientras este comodino (a), va aplastado al lado suyo, tragándose unas pepitas. La caballerosidad o buena voluntad no son obligatorias, nuestro derecho a la equidad sí y ahí está, al alcance de todos y de todas.

5.- Makeover Express
Desde el clásico tubo en el fleco hasta la enchinada de pestaña con cuchara, el Metro es el salón urbano de belleza por excelencia. Si quieres aprender nuevas formas de maquillarte sólo observa a tu alrededor. Yo aprendí a delinearme los ojos sin espejo, enchinarme las pestañas y separármelas con aguja, después de ver cómo una mujer lo hizo de pie y con el tren en marcha.

6.-Todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar
Por qué sólo nosotros tendemos al desmadre- fíjense en cualquier manada, estén pastando o huyendo del depredador, ningún animal se sale de la formación. Al momento de subir o bajar del Metro mantengamos tantito orden, no sucumbamos ante la alarma cierra puertas porque inmediatamente nos olvidamos del “No corro, no grito, no empujo”. Supera el complejo de jamón de sándwich y ¡por favor!, no te pongas en medio de la puerta ante el gentío saliendo en estampida.

7.- Autocontrol de feromonas
En un espacio cerrado como éste, el desodorante es una necesidad. Básicamente si sabes que te va a chillar la ardilla, apiádate de los demás y no subas los brazos para sujetarte del tubo. En un mundo ideal, haríamos viajes matutinos sin retorno toda vez que más de la mitad de la gente va recién bañada y perfumada; sin embargo, tenemos que padecer un sin fin de hedores humanos los cuales conforme avanza la tarde, se hacen más insoportables. Por ello no descartes el uso de cubre bocas; es más probable fumarse un pedo frijolero que contagiarse de AH1N1 en el Metro.

8.- Ya lo dice el proverbio turco…
La paciencia es la llave del paraíso y aplicado al Metro, representa una opción frente a los constantes “Sí mire en esta ocasión le traigo el bonito regalo para la niña o el niño…”, las bocinas rompe tímpanos de los que te ofrecen lo último en Mp3 piratas, los mexican idol cantando el popurrí de Rock en tu idioma o los jumentos que te dan de bolsazos en su paso por ganar el asiento. En todo caso, si no eres lo suficientemente paciente, sólo repítete “Karma is a bitch”.

9.- Avistamiento del metrosexual
¡Cuidado señoritas! No se trata de chocar con William Levy o Brad Pitt en pleno cruce de Pino Suárez. Cuando digo metrosexual, me refiero a esos hombres, babuinos en pleno celo, que andan en el Metro cazando a las despistadas para el clásico agarrón nacha/bubi o como dicen en mi barrio, “para arrimar el camarón”.

10.- Imitando a Indiana Jones
Esto sólo debe usarse en casos extremos, en aquellos donde tu vida penda de un hilo: si irremediablemente te ves inmiscuido en una pelea donde la mentada de madre es lo menor que te llevarás, saca tus dotes a lo Beatrix Kiddo o Morfeo y repele los golpes; cuando vayas retrasado y no logres entrar por la puerta del vagón atiborrado, aplica la técnica Nadia Comaneci y trepa por la ventana (No es invento, me tocó verlo una vez), solamente si eres ágil y flexible- personas estilo Precious ni pensarlo. Finalmente, invoca al Forrest que llevas dentro y ¡métele pata! para alcanzar el tren en aquellos momentos de desesperación tipo Corre Lola Corre.

SALUDOS
YU

viernes, 12 de febrero de 2010

Chumacero en San Valentín

I like corny. I'm looking for corny in my life.

Frase de película que disfruto mucho y que para efectos de mi propósito expresa lo justo...lo necesario...lo indispensable.

No celebro el San Valentín, pero sí aquello que te produce esa sensación de implosión, inexplicable para los sentidos, pero no para el espíritu.

En este poema de Alí Chumacero el tiempo no es un continuo absoluto, pero el amor sí...si se siente de verdad.

Espero que les guste y sea cual sea la clase de amor que invade su presente, se preserve inmutable.

Segura estoy que incluso los más reacios han gozado alguna vez lo cursi en su vida....

A todos les dejo éstas, las palabras de un grande.

Afanosa deseo que al leerlo, piensen en todos los seres que en ustedes han echado raíz...

SALUDOS
YU


Poema de amorosa raíz


Antes que el viento fuera mar volcado,

que la noche se unciera su vestido de luto

y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo

la albura de sus cuerpos.

Antes que luz, que sombra y que montaña

miraran levantarse las almas de sus cúspides;

primero que algo fuera flotando bajo el aire;

tiempo antes que el principio.

Cuando aún no nacía la esperanza

ni vagaban los ángeles en su firme blancura;

cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios;

antes, antes, muy antes.

Cuando aún no había flores en las sendas

porque las sendas no eran ni las flores estaban;

cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas,

ya éramos tú y yo.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Knocked up

Me animé a comprar Knocked up, película de Judd Apatow, guionista y director de The 40 year old virgen. Supuse que al haberme enganchado con el encantador Andie, bien podría reírme con una bruta que se embaraza de un loser, pero no, la movie es un asco.

Empezando por su título en español Ligeramente embarazada, el cual me parece una aberración; no dudo que haya sido un hombre el que le puso así. Sólo una embarazada, que ha padecido pies hinchados, vómitos, dolor de espalda, caída de pelo, estrías, insomnio y un dolor infernal con el desgarramiento de media vagina al momento de arrojar al chamaco, sabría que cuando se está embarazada, no se está “ligeramente”,- ni levemente, tenuemente, sutilmente o livianamente, bueno ningún sinónimo aplica caray- se está y ya, y por lo que me han contado, físicamente se siente de la shit- no me malinterpreten, yo soy de la idea de que una vez que oyes chillar a tu chilpayate por vez primera y le ves sus piecitos regordetes, olvidas todo el horror, pero de que se sufre se sufre.

Allison Scout, una reportera de E Entertainment, mujer exitosa e independiente- ni tanto porque a pesar de ser bonita, inteligente y sexy, no tiene galán, vive en la casa de huéspedes de la mansión de su hermana, no tiene amigos y es nana de sus sobrinas- es ascendida, por lo que decide salir a celebrar con Debbie, su hermana, a un antrillo de la ciudad.

Ahí conoce a Ben, un wey mega loser que tiene el acierto de conseguirle un par de cervezas con el cantinero mamón que atiende al que se le antoja. Gracias a ese tierno detalle- el pendejismo femenino es cuestión de sentimiento no de inteligencia- Allison y Ben se la pasan bebiendo, bailando y tomando videos con un celular.

Hasta ese punto no cabría crítica alguna de mi parte porque todos- Sí, me incluyo- alguna vez hemos conocido a una persona, con la cual no queremos más que compartir unos drinks, bailar y reír con alguna babosada atinada que tenga al momento.

Ya si de plano se está muy ebrio, urgido o deprimido, cometes la idiotez de aventarte a tener sexo y quien quita, de menos el individuo sea bueno en eso. Pero nunca de los nuncas se está demasiado pedo para verificar que haya un condón de por medio y con mucha más razón, si no conoces los antecedentes cogelones de éste. Sabrá Dios qué tipo de tepocatas, alimañas, víboras prietas y sanguijuelas pueda pegarte.

En un confuso momento de calentura Allison no revisa que Ben se haya puesto el condón, quien a su vez desiste de hacerlo cuando ella le grita “Hazlo de una vez”- Refiriéndose al condón, no al ya métemelo!

A la mañana siguiente ella retoma su controlada vida, no sin antes despedirse de Ben (con cara disimulada de fuchi), de quien asume, no tendrá que volver a saber nada.

Ben vuelve a su casa, un lugar semi abandonado que habita con 4 amigos: el gordo judío, el flaco canadiense, el convertido al Islam que ha decidido no rasurarse o cortarse el cabello en un año y el que duerme desnudo- una bola de monos sin que hacer, planes de vida o metas claras. Su única idea es crear un website donde la gente consulte películas que expongan senos o vaginas de actrices conocidas. Como cualquier típico hombre farol, que se siente super semental, Ben llega a presumirles que se cogió a la chava.

Cuando Allison se entera de que está embarazada le pide a Ben que la acompañe para corroborarlo con un médico.

Para no hacerles el cuento largo ella decide tener al bebé y él de una forma u otra quiere apoyarla. Lo inverosímil es que Allison quiera tener una relación amorosa con él, sobretodo cuando ve que él está desempleado por gusto, tiene 19 dólares en el banco y sólo se la vive fumando marihuana o jugando.

Será que ya estamos tan acostumbrados a escuchar que diariamente cientos de mujeres se fajan las bragas y asumen la bronca de un embarazo no deseado, mientras que el otro cincuentaporciento responsable se da la media vuelta valiéndole madre, que no acepté muy bien esta premisa.

Uno no esperaría que una mujer con otra visión del mundo, aspirara a embelesarse de un tipo así pensando que es por el bien del bebé. En otro caso, te esperarías un aborto, o una adopción como en Juno, pero no tener un novio loser sólo porque se está embarazada.

Una vez que lo intentan comienzan la diferencia de perspectivas; ella busca cunas, doctores y libros de paternidad, él…básicamente sigue marihuaneándose.

Si me atrevo a decir que es un asco de película es porque a pesar de que está planteada como una comedia, de las cuales sabemos de sobra, tendrán un final feliz,- Omito revelar qué sucede con Allison, Ben y su bebé, es de suponerse- son ligeras, graciosas y sutiles narrativamente hablando, ésta es lenta, los chistes no divierten y de pronto parece que los personajes ya no saben qué decir. En verdad clamas porque llegue el fin, mucho más si no se está acostumbrado al humor norteamericano.

Lo único que verdaderamente me dio risa es el hecho de pensar que aún hoy en día, a pesar de la programación televisiva tan explícita que tenemos hasta con Patito, el internet y canciones reggetoneras como Gasolina, todavía haya este tipo de metidas de pata no sólo en pubertas quinceañeras sino en mujeres de veinte y treinta y tantos, de cualquier extracto educativo y social. En un mundo ideal y hollywoodense, sólo quedas embarazada de un loser; en el real, eso es lo que menos debería espantarnos, sabiendo que anda tanto chancro, papiloma o VIH, suelto por ahí.

SALUDOS

YU

jueves, 21 de enero de 2010

Caricaturas de ayer y hoy

Sin duda los que nacimos en los 80´s tenemos un gran bagaje de caricaturas que nos dieron gratos momentos en nuestra infancia. Yo recuerdo con mucha nostalgia a muchas y quisiera que las televisaran de nuevo. Sé que los niños de hoy tal vez no apreciarán a un Mazinger Z o a unos Halcones Galácticos como yo lo haría incluso hoy a mis 27, porque es claro que yo no gusto en lo absoluto de I Carly! o del Chavo animado. Brecha generacional.

Lo que más me gustaba de las caricaturas-gula aparte-era la comida. Claro soy fan de la trama, los gráficos, la música… Pero la comida era suculentamente entretenida. El día que convencí a mi mamá de comprarme una hogaza como la que Heidi le dio a la abuela de Pedro me decepcioné. No se parecían.

Hoy en mí último día de dieta estricta esta remembranza me sació el apetito al menos mental:


1. La sopa con albondiguitas que la Tía Polly le servía a Tom Sawyer.

2. El pan con queso derretido, carne seca y leche de cabra que el abuelo de Heidi preparaba todos los días.

3. La hamburguesa de brontosaurio de los Picapiedra.

4. El queso gruyere por el que Jerry se arriesgaba continuamente.

5. El pan de raíz que la familia Robinson enterraba en la playa.

6. La zanahoria de Bugs Bunny que siempre mordía en antelación al “Qué hay de nuevo viejo”.

7. El gohan que comían los Supercampeones y básicamente en todas las caricaturas japonesas.

8. El esqueletito de pescado que sacaba Don Gato del bote de basura.

9. A las pitufifresas sólo les faltaba una cucharadita de cremita y una galleta María para ser perfectas.

10. La leche que bebía Laura, la niña de la pradera. (Y miren que no me gusta nadita la leche.)


Si ustedes recuerdan más, no duden en saciar el apetito de esta glotona caricaturesca.


SALUDOS YU

miércoles, 13 de enero de 2010

ZOMBIELAND

Nunca he sido fan de las películas de terror. Tardé años en lograr ver una escena completa de “It” sin sentir que el maldito payaso me iba a jalar mis patitas debajo de la cama. La verdad es que me estresan, las padezco cuando llego a ver una en el cine. Mi cuerpo permanece rígido esperando a ver en qué momento se escucha el primer alarido de horror; los vellos de mis brazos se erizan cuando hay una persecución entre psicópata y víctima, una posesión demoníaca y peor aún si se trata de apariciones fantasmagóricas. Cuando presiento que algo está próximo a espantarme, cubro mis ojos con las manos y espero a que la tétrica música termine.

La semana pasada me animé a ver una película de terror que la cartelera nos ofrece iniciado este 2010 sólo por dos motivos:

1.- Zombieland era la única película disponible en mi horario de comida.

2.-Las críticas que leí decían que no era propiamente una película de terror sino de humor negro ja.

La recomiendo porque me reí mucho, no porque sea buena.

La movie se reduce a lo siguiente:

Un mentado Columbus, wey bien loser, universitario, nerd y misántropo inadaptado (tipo The Big Bang Theory pero en tierra de zombies), va de pueblo en pueblo intentando escapar del ataque de los zombies aplicando una serie de reglas básicas de supervivencia que él ha inventado. Como tiene el síndrome del colon irritado, le da diarrea a la menor provocación y tiene que andar buscando baños decentes, aún cuando eso represente que un zombie le saque literalmente un pedo de miedo a media zurrada.

Columbus en algún momento se topa con Tallahassee, un tipo vale madres que va por la vida zombienta buscando un Twinkie Wonder de vainilla que comer. Ambos emprenden el viaje hacia el Este de los yunaites y en el camino, conocen a dos hermanas en un minimarket donde este par les baja las armas y el auto bien estúpidamente. El objetivo de las hermanas es ir Pacific Playland, un parque de diversiones que suponen, está libre de la peste de zombies.

Por si fuera poco tanta estulticia-tontería pues-las hermanas timan por segunda vez a los weyes estos, quienes ya habían conseguido una camioneta como las que rifó Elba Esther y armas de grueso calibre, tipo cartel de los Beltrán Leyva. Sólo que esta vez no los dejan varados, sino que emprenden juntos el viaje hacia Los Ángeles.

Una vez ahí, Tallahassee decide detenerse para descansar un poco, pero no en cualquier hotelucho de 5 estrellas de Hollywood, sino en la mansión de su ídolo Bill Murray. Estando ahí la hermana menor y Columbus se ponen a ver los Cazafantasmas para que ella sepa quién es el legendario actor-estos niños de hoy-, mientras que Tallahassee y Wichita juegan golf en el lobbie. Al escuchar la música, un inerte hombre se levanta con esfuerzo de una cama y camina hacia el lobbie; una vez ahí vemos a un Bill Murray hecho zombie; Wichita lo golpea con un palo de golf y éste reacciona con un cagadísimo “Ay, eso duele”. Tallahassee celebra que su ídolo no sea un zombie, hecho que éste confirma y cuya apariencia justifica diciendo que su maquillista le enseñó a caracterizarse para pasar desapercibido entre los verdaderos muertos vivientes.

Tallahassee y Murray deciden asustar a Columbus, hacerle creer que éste en verdad es un zombie. Por ello, Murray entra caminando y gimiendo cual zombie hollywodense a la sala; sin embargo, no contaba con que a pesar del grito de nena que se avienta, Columbus agarra el rifle y le mete sendo tiro en el pecho. El otro cae diciendo “Oh esto no me lo esperaba” y muere no sin antes decir “Nunca he sido bueno para las bromas”. El grupo le hace una ceremonia fúnebre, aventándolo envuelto en una sábana al patio de la casa.

Las hermanas por tercera vez huyen con el auto hacia el parque de diversiones y ellos deciden no buscarlas más. Sin embargo, el deseo de perder la virginidad de Columbus puede más y montado en una motocicleta, decide ir tras de ellas. Obviamente el wey no sabe conducirla y se estrella en el primer arbusto que se le pone en frente. Por lo que Tallahassee se conmueve y lo lleva en el auto que él ha tomado.

Al llegar al parque de diversiones, las emocionadas hermanas encienden todas las luces y juegos olvidándose de un hecho, los zombies podrán ser caníbales e irracionales, pero no son tan ineptos como ellas como para no correr hacia el parque en cuanto escuchan ruido y ven luces multicolores.

Mientras las hermanas están felices de la vida en una canoa, subiendo y bajando en el vaivén del juego, cientos de zombies llegan a lugar por lo que éstas huyen despavoridas hacia el auto. Ahí se les montan varios y terminan por arrojarlo a un muelle y no les queda de otra más que resguardarse en un juego tipo Kilauea de Six Flags. Quedan en lo alto de éste y para evitar ser devoradas al descender, le disparan al control remoto. Pero no contaban con la astucia de los zombies-repito, son irracionales, no estúpidos- quienes empiezan a escalar la estructura del juego para comérselas.

En tanto, Tallahassee y Columbus llegan al lugar; el primero saca un arsenal para matar zombies y anima al chavo para que rescate a las hermanas. Columbus corre hacia ellas mientras que el otro se encierra en un juego de destreza y desde ahí, mata a todo el zombierio que había. Columbus tiene que enfrentarse a un zombie payaso-uno de sus mayores miedos- lo cual hace más por conquistar a la chava que por valentía; le rompe la cabeza a mazazos y logra hacer descender a las hermanas.

La película termina cuando los últimos 4 humanos sanos, deciden emprender juntos el viaje y sobrevivir al ataque de los zombies en familia. Finalmente Tallahassee logra comerse un Twinkie Wonder de vainilla.


SALUDOS

YU










jueves, 7 de enero de 2010

Protexto: No a la pérdida del tiempo atado!

¿Cuál es el peor virus que puede amenazar tu computadora?

El de la paranoia.-

Es claro que en un espacio laboral, aquellos que desempeñamos un trabajo por medio de una computadora con acceso a internet, debemos optimizar nuestro tiempo para dar término a nuestras responsabilidades diarias. Pero qué sucede con el tiempo restante, el acumulado durante el día porque no demoraste en terminar; ese que quisieras disfrutar en una larga charla en el café con los amigos, en la función de las 6 de la tarde en el cine más próximo, en la caminadora del gym, o simplemente, en aplastarte en la sala de tu casa a ver televisión para ver qué te ofrece la programación antes de las 10 de la noche. Ese tiempo por desgracia se queda atado junto con nuestros traseros, al asiento de la silla, porque está prohibido levantarse de ahí aún cuando no se tengan cosas que hacer.

Aunque la idea de un trasero más plano no es de lo más apreciado por esta protestante hoy en día, he respetado la política del no abandono. Sin embargo, hasta ahora, había podido ocupar el tiempo libre de mis 10 horas de trabajo en algo más interesante que descubrir las mil y una formas en las puedo picarme los ojos, o en salirme a fumar (lo cual paradójicamente he dejado iniciado el 2010).

El internet sin duda me permitía adentrarme en la lectura de diversos espacios y por qué no, en chatear con aquellos que tenían la oportunidad de hacerlo; recientemente, el posteo en este blog o los twitts, ocupaban mi tiempo en algo útil y sano.

Gracias al plan de optimización laboral en oficinas de gobierno, estas posibilidades se han vuelto nulas a partir del 7 de enero. Las nuevas políticas de acceso a internet restringen todo lo que para los técnicos informáticos signifique distracción o peor aún, esparcimiento.

Estos eruditos piensan que de manera general, usamos el internet solamente para ver páginas pornográficas, las caídas del espectáculo más graciosas en youtube y/o buscar fotos de chicas tetonas para ponerlas como protectores de pantalla. Por eso decidieron limitar también, el acceso a páginas como twitter y facebook, entre otras, que más allá de ser medios para chismear con amigos, se han convertido en verdaderos canales de comunicación en distintas redes sociales a nivel mundial.

No hablemos del bloqueo de la tarjeta de sonido o las aplicaciones básicas de la computadora como el Paint o el Buscaminas. A este gobierno le parece más preocupante si escucho alguna rola de Jarabe de Palo mientras redacto mis notas, o rompo un récord en el nivel avanzado de ese juego chafa en mi horario de comida.

Qué decir de la instalación de programas sin licencia para realizar el trabajo. De acuerdo estoy en que no es correcto hacerlo, pero más discordante es que prohíban instalarlos sin una licencia de por medio, cuando la propia institución no te provee de ellos porque si no pueden comprar 5 discos de photoshop, mucho menos mil de office. Cuando yo les dije:

- Con qué voy a editar foto.

Me contestaron:

- Con Paint (Es decir, hacer un pastel de boda profesional en un hornito de juguete).

Lo que no tomaron en cuenta estos brutos es que también, ya lo habían bloqueado de mi equipo.

Mi protesta va más allá de esas restricciones. Estoy segura que en muchas oficinas, instituciones públicas, privadas y no gubernamentales, existen las mismas normas de trabajo. Lo que me parece absurdo es que piensen que están aplicando mecanismos óptimos de trabajo.

Qué China o Japón no han implementado la hora del ejercicio para evitar que sus trabajadores sean obesos o tengan padecimientos musculares por la falta de movilidad? Otros permiten que sus empleados escuchen música durante el día. Para qué existe la intranet si no es para que los empleados se comuniquen y envíen la información de forma más rápida y eficiente. No hablemos de las oficinas de Google o Pixar- todos hemos visto las fotos en la red- es más que claro que su estrategia es tener empleados contentos que incentiven el proceso creativo.

¿Qué opciones nos quedan a las personas que no trabajamos ahí y que además, no podemos levantarnos de nuestro lugar de trabajo?

Dormir no es una opción porque nos considerarían huevones. Bien podrían decirnos:

- A dormir a su casa.

Si escuchamos música en un mp3 o un ipod, los audífonos nos impiden estar del todo atentos del ruido ambiente y eso bien podría suponer ineptitud.

Podemos leer periódicos, libros o revistas sí, pero hasta qué grado va a ser bien visto que tengamos bibliotecas móviles en la oficina para nuestro "libre esparcimiento".

Creo que esta política está mal conducida y en el fondo demuestra la falta de confianza que se tiene en los empleados y su capacidad de actuar con ética frente al uso de internet.

Por lo pronto me mantendré activa en este espacio desde casa en horario nocturno, esperando que llegue una mente iluminada a mejorar realmente el servicio informático de la oficina.


Saludos
YU