Feliz salió rumbo al gimnasio, ignorando que una de sus sandalias la haría tropezar; mientras su cuerpo yacía sobre la banqueta, no pudo evitar sonrojarse al escuchar una voz diciéndole ¡Cuidado!
FIN.
jueves, 13 de mayo de 2010
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1 comentario:
asi pasa... todo es un mini cuento. saludos.
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